equipo azartia

lunes, 25 de octubre de 2010

Desconexiones y quejas

El otro dia estaba jugando un par de torneos en Azartia cuando las mesas se cerraron. Que habia perdido la conexión me decia un cartelito, pero tanto en boss como en 888 seguia jugando la mar de bien. Total que llamo a atención al cliente y me confirman que el fallo es de ellos y que debo esperar. Ya le comento al chaval que me atiende que esperar en un torneo mucho rato equivale a perderlo a lo que él responde que no se puede hacer nada más. No me queda otra que esperar, ya que ni se donde esta la central de Azartia para ir a decirles cuatro cosas, ni tener una pataleta por el telefono va a solucionar nada, asi que... En cualquier caso le digo al Sr del otro lado del teléfono que si el parón dura dos o tres niveles no me vale que vuelva la conexión para que Azartia diga que no me devuelve el dinero de los torneos. Bueno, pues una mesa vuelve 3 niveles después (intento remontarlo, pero estoy con poco unas 14 ciegas y totalmente desconcentrado por todo lo que ha pasado) y el otro vuelve después de 6 niveles (con este ni siquiera lo intento, lo dejo en sit out). Una perdida de conexión parecida ya me ocurrió hace un mes o dos en la misma sala, pero esta vez jugando cash, con lo que la cosa era menos preocupante. Te dejan en sit out, y ya está. Pero en un torneo te dejan en sit out y las ciegas siguen corriendo, y te sigue bajando el stack a la vez que la relación stack-ciegas es cada vez menor. (El caso es que a dia de hoy aún no me han devuelto el dinero ni me han contestado el mail que les envié) <---- esto estaba yo escribiendo cuando me llega un mail de Azartia diciendome que van a estudiar mi caso nuevamente. A ver en que queda todo.

En cualquier caso estaba pensando usar los bonos ganados en Azartia para jugar el Paradise poker tour, o algo asi se llama, un torneo patrocinado por Paradise que, tengo entendido, se juega los terceros jueves de cada mes en el Casino de Torrelodones, casino al que solo he ido de visita y nunca a jugar.

Ya os contaré como acaba el culebrón, aunque ahora empiezo a enteder el famoso anuncio de Azartia

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